Los tiempos que corren no sólo son inciertos. Además, representan un evento sin precedentes en lo que va de nuestra historia. Por ese mismo motivo, conocemos perfectamente las sensaciones que pueden estar atravesando de pies a cabeza todes les que se encuentran cumpliendo con el confinamiento preventivo y obligatorio. Es cierto que no existe una receta única, efectiva e invariable para transitar estos días, pero sumergirse en algunos placeres puede disminuir significativamente los síntomas del encierro.
Durante los últimos años muchas producciones se abrieron paso entre los miles de títulos imponentes que la industria cinematográfica supo darnos. Y este período de espera en el cual las pantallas parecen convertirse en cómplices indiscutibles de confesiones, vínculos y distracciones, parece ser el momento ideal para sentarse a experimentar con largometrajes nuevos. En este top reunimos cinco películas extranjeras para degustar otras realidades. ¿Tenés algo más que hacer?
Las guardianas (Les gardiennes)
Estrenada en 2017 y dirigida por Xavier Beauvois, esta película francesa relata la historia de Francine, una joven de clase obrera que se traslada al interior para asistir a una familia en las tareas del campo. En poco tiempo forja una relación de amistad con Hortense, la matriarca y principal encargada de la granja, y empieza a verse envuelta en los vínculos familiares, como testigo y protagonista de una historia en la que los mandatos generacionales y la sangre son los principales hilos conductores. Ambientada durante la Primera Guerra Mundial y sin correr la mirada de los finos tejidos económico-sociales de la sociedad francesa de principios del siglo XX, Las guardianas busca ser el retrato de aquellas mujeres que se vieron obligadas a mantener el mundo funcionando mientras los hombres iban a la guerra. Como dato de color, la película está basada en el libro del mismo nombre, escrito por Ernest Perochon en 1924.
Cenizas en la nieve (Ashes in the Snow)
Dramas bélicos tenemos muchos, pero pocos tan conmovedores como Ashes in the Snow. Basada en la novela Between Shades of Gray de la autora Ruta Sepetys y dirigida por Marius A. Markevicius, esta co-producción lituana-americana nos sitúa en el auge de la Segunda Guerra Mundial, más específicamente en los helados paisajes soviéticos durante la ocupación de los ejércitos de Stalin. Siguiendo las vicisitudes de Lina, una adolescente de dieciséis años (interpretada por la actriz inglesa Bel Powley, a quien también vimos en Mary Shelley) y su familia, la película narra la cruda realidad de las miles de personas pertenecientes a los pueblos bálticos que fueron deportadas a los campos de concentración en Siberia, obligadas a trabajar bajo condiciones inhumanas y expuestas a los terrores de uno de los períodos más oscuros de la historia. Pero como no todo es blanco o negro, Ashes in the Snow es a su vez el relato de la ternura adolescente, y de la resistencia de los lazos humanos frente a la violencia.
La esposa prometida (Lemale et ha’halal)
Cada une de nosotres forma parte de un entramado social particular y convive con normas y patrones que pueden parecerle más o menos acertados, pero que a fin de cuentas constituyen una realidad cultural, religiosa y política innegable. Estrenada en 2012 y ópera prima de la cineasta Rama Burshtein, este largometraje israelí nos adentra en las arraigadas costumbres de una familia judío ortodoxa. El dilema se desata cuando Esther, la hija mayor de la familia y esposa de Yochav, muere al parir a su único hijo. Es entonces cuando Shira, la hermana más joven y nuestra protagonista, se enfrenta a una decisión que pone en evidencia la infinita complejidad de los mandatos religiosos: la de convertirse en la nueva esposa de su cuñado, o evadir su labor divina. La esposa prometida es un drama intimista que vale la pena ver con ojos atentos, y en el que se traducen cuidadosamente los roles de género y los rituales de las comunidades ortodoxas en la actualidad.
El sueño de la mariposa (Kelebeğin Rüyası)
Guionada y dirigida por Yılmaz Erdoğan, El sueño de la mariposa es un drama turco que merece su reconocimiento. Transcurre la década del cuarenta en Zonguldak, y somos introducidos en las vidas de dos mejores amigos, Muzaffer y Rüştü, que además de trabajar en las minas de carbón son poetas empedernidos. Las vidas de los dos se ven alteradas de manera irreversible cuando Suzan aparece en escena, una estudiante de clase alta que se convierte tanto en musa como en la personificación de un sueño ideal corrupto por la pobreza, la enfermedad y la muerte. Con un sentimentalismo que no le vamos a reprochar, la película nos lleva de un lado a otro dentro del hermoso territorio turco, homenajeando esa dualidad necesaria en la cual la belleza y la miseria se compaginan. El sueño de la mariposa es ni más ni menos que la voz de los poetas olvidados.
La novia
No hay dudas de que Federico García Lorca fue uno de los poetas más talentosos de la literatura hispana. Después de su muerte trágica nos dejó como herencia títulos inolvidables, entre los cuales Bodas de Sangre ocupa un lugar privilegiado. Paula Ortiz, guionista y cineasta española, lo supo perfectamente y tal vez por eso gestó La novia, una adaptación cruda y con dejes surrealistas de ese relato en verso que García Lorca tejió en 1931. La novia está por casarse con el novio, pero el deseo por Leonardo, esa otra punta del triángulo que aparece representado con fuego y caballos salvajes, es el disparador de una tragedia en la que los protagonistas no siempre son humanos. Estrenada en 2015 y protagonizada por Inma Cuesta (Julieta, Pedro Almodóvar) en el sufrido papel de la novia, La novia está contada con la sensibilidad estética y apasionada que una historia como ésta exige, haciendo uso de metáforas visuales que la convierten en un largometraje poco convencional, y digno de mirar más de una vez.