Si hablo de belleza musical y animada, me conmueve enormemente mencionar y hacer ímpetu de este corto animado con la música de Tchaikovsky -músico ruso romántico, autor de El lago de los Cisnes.
El video nos cuenta de forma breve, angustiante e intensa, la historia de la batalla cósmica de ascendencia azteca entre el día y la noche, representada por los dioses Quetzalcóatl (día) y Tezcatlipoca (noche), uno de los hijos de Ometéotl, que se materializa en un nagual (un ser sobrenatural que puede tomar forma de animal) con aspecto de jaguar que recorrerá el mundo bajo la estrellada noche, acompañado de El lago de los Cisnes, representando la leyenda mesoamericana de que todos estamos representados por un nagual, .
Con un volcán en erupción y un jaguar que juega como un cachorro, vemos una escenografía impresionante cargada de magnetismo, que incurre al máximo con la entrada de Quetzalcóatl o Tezcatlipoca blanco -en contraposición con el nagual del jaguar negro- que llega a poner fin a la oscuridad, al menos brevemente.

La leyenda cuenta que, como el Ying y el Yang, ambos son opuestos necesarios para el continuo flujo natural de la vida. No se trata de que uno represente maldad y el otro bondad, sino de que en la luz hay oscuridad, y viceversa, y que ambos son naturalmente normales.
El corto es breve, repito, pero intenso. Patrocinado por Disney -lo que le da un toque aún más fantástico- nos subsume en la duda que representa el no saber si la oscuridad representa lo malo y la luz, lo bueno que viene a detenerle ya que, en la leyenda azteca, ambos seres se encuentran enfrentados en una batalla constante en la que terminarán aliándose por el bien de su propio pueblo.
Pueden encontrar el corto en Youtube bajo el nombre de La leyenda de Tezcatlipoca, el señor de la noche. Tanto la animación y la música, como sus personajes, hacen que los tres minutos realmente valgan la pena.
Sí, Disney se superó de nuevo.