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Panquiaco: el retorno a las raíces en busca del Yo

El Festival de Cine pone al alcance de nuestras manos una enorme cantidad de variadas producciones para descubrir y disfrutar. Dentro de ellas, un filme digno de destacar es Panquiaco, de la directora panameña Ana Elena Tejera, que participa en la Competencia Latinoamericana.

La cinta nos introduce a Cebaldo (Cebaldo De León Smith), un hombre adulto que reside en Portugal desde hace varias décadas y que lleva una rutinaria vida como trabajador en la industria pesquera. Con el peso de los años sobre sus hombros, la lejanía de Cebaldo con sus orígenes en la comarca indígena de Guna Yala, Panamá, parece cada vez mayor. Cuando encuentra y escucha un viejo casete de contestador automático, los recuerdos vuelven a su mente y la nostalgia invade su corazón, junto con la angustia de la sensación de haber perdido algo, aunque no se sabe con exactitud qué.

Kuna Yala en velero. Cultura indígena en desarrollo | BeaTrip

La cruz gamada, que este pueblo usa desde antes del nazismo, es un símbolo ancestral de la tribu kunas y refiere a una planta medicinal que emplean desde hace décadas.

Es así como Cebaldo regresa a la tierra que lo vio nacer, reencontrándose con amigos, familiares, tradiciones, costumbres, lenguas, colores, sabores y naturaleza. En sus días en Panamá recuerda aún más cosas sobre su pasado y afectos, sobre el niño que alguna vez fue, pero que hoy ya no está ahí al mirarse en el reflejo del agua.

Esta película, por demás conmovedora, nos habla sobre nuestras raíces y las poderosas conexiones que entablamos con nuestra tierra. La distancia y el tiempo tal vez puedan deformarlas y transformarlas, pero la esencia está en el interior, forma parte de nosotros. Con emoción y respeto, Tejera nos muestra a un Cebaldo adulto volviendo a distintos espacios y prácticas de sus ancestros y su niñez.

Además, el filme también nos introduce a la historia panameña con Panquiaco, hijo del cacique más poderoso de la costa atlántica, y Vasco Núñez de Balboa, avaro español en busca de oro y riquezas. La conclusión de este encuentro nos habla sobre una leyenda sobre el eterno estadio de Panquiaco a la deriva en el mar, que podemos relacionar con el propio Cebaldo.

Panquiaco celebra el vínculo con nuestras raíces, acompañado del espectacular paisaje natural de Panamá, enseñándonos sobre los festejos y ceremonias del pueblo originario Guna. Sin lugar a dudas, una emocionante y atractiva opción para aprovechar en este Festival.

Mirá el trailer:

Autor

Julia Sartora

Estudiante de Licenciatura en Comunicación Social

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