Hace un año estaba viviendo en capital. Trabajaba de nueve a seis. Salía de la oficina con el último resto de calor, subía al tren, volvía al centro y me refugiaba en museos, centros culturales y cualquier lugar con aire acondicionado. Así conocí a Mover La Lengua.
Estaban en El Recoleta. Llegué un poco temprano. Ya había gente sentada. Algunos estiraban, movían los pies, hablaban, se reían. Yo estaba sola, medio a un costado, esperando a ver qué pasaba. Un chico me dijo que le gustaban mis zapatos. Le dije gracias, sonreí, me relajé un poco. Un rato más tarde, empezó la magia.
Poemas leídos en voz alta, bailarines que hacían cuerpo esas palabras. Imposible no maravillarse.

¿Cómo empezó Mover La Lengua?
Mover La Lengua empieza un poco inspirados en una obra de Martu (directora de Mover La Lengua), que es bailarina y tiene una obra que se llama Fecha Cinco, que baila un relato de fútbol. Yo la fui a ver y me encantó. Después la ayudé para escribir una sinopsis de la obra y además, como somos amigas hace rato, siempre le decía que quería hacer algo con danza, y ella me decía que quería hacer algo con poesía, unir nuestras dos disciplinas, hacer algo juntas. Lo fuimos masticando hasta que en el 2017 se nos ocurrió un poco esto, a partir de Fecha Cinco, y empezamos a probar. Hicimos un ensayo a puertas abiertas en Teatro El Perro, con un esquema similar al que hacemos ahora. En ese entonces el público no participaba. Nos re gustó y seguimos investigando, hasta que fuimos llegando al formato actual.
¿Quiénes están detrás de Mover La Lengua?
Maga Cervellera, escritora y directora; Marina Kogan, bailarina y directora; San Ignacio, músico y DJ; Mafi Etecheverry, iluminadora; Laura Friedman, asistente; y Felipe Bozzani, audiovisual.
¿Qué pasa entre quien lee y quien baila?
La idea es que haya un dialogo. No siempre se da. En el manifiesto decimos “si no hay escucha, que no haya nada” porque la idea es que interactúen las dos partes, no es que el bailarín o bailarina baila un texto. La idea es que el lector también puede estar atento a lo que está sucediendo, ahí en el ring, que se pueda generar un diálogo. No necesariamente del contenido de lo que se está diciendo, pero sí del ritmo de las palabras, de la cadencia, que haya una interacción entre los dos. Eso es Mover La Lengua.
¿Cómo eligen a los artistas que convocan?
Convocamos gente que admiramos y nos gusta lo que hace. Y después buscamos variedad. Eso es una premisa, intentar que no sean siempre los mismos, que sean de diferentes estilos, géneros. La idea es intentar romper con los estereotipos y generar diversidad.
¿Cómo descubrieron que #sepuedebailarcualquiercosa?
No me acuerdo si #sepuedebailarcualquiercosa no era una pregunta que yo había hecho en la descripción de la obra de Martu (Fecha Cinco). Se puede bailar un relato de fútbol, ¿qué más se puede bailar? Y ahí dijimos bueno, se puede bailar cualquier cosa, y empezamos a probar y sí, claramente se puede. Lo importante es la cadencia, el ritmo. La búsqueda de Mover La Lengua es encontrar dónde está el ritmo y dónde está la música, y eso está en las palabras.
Próxima fecha: 14 de febrero
Leen: Maru Salemi y Victoria Herrera. Bailan: Carla Di Grazia, Anita Queen, Laurent Tropikalia y Jonathan Leiva.
