En el marco del aislamiento social y obligatorio, la música transita por una carretera plagada de baches donde, hasta ahora, la única solución viable es la del ingenio. Con la imposibilidad de llevar a cabo conciertos y grabar música de manera tradicional en un estudio, no queda otra que rebuscárselas con lo que uno ya tiene de herramientas para avanzar un paso más y no quedar estancado en las excusas. De esta manera, se llevan a cabo propuestas poco convencionales, pero eficientes, como realizar festivales vía streaming, donde las bandas y músicos solistas pueden contar con un espacio para seguir compartiendo su trabajo a sus seguidores.
Por otro lado, ha habido escasos lanzamientos musicales en lo que respecta al indie rock y otros géneros más under, por ende presentar un álbum en plena pandemia y a distancia es un verdadero logro a celebrar, más cuando se tiene tanta creatividad y humor como sucede con Los Reyes del Falsete.
El domingo pasado, la banda compuesta por Juanchy Munchy y los hermanos Rex (Nica y Tifa) lanzaron el segundo volumen de su disco, El Show del Fin del Mundo, en el marco del ciclo Sesiones Xirgu, transmitido desde el canal de Youtube del teatro perteneciente a la Universidad de Tres de Febrero. El evento contó no solo con nuevas canciones que próximamente se podrán encontrar en más plataformas, sino también con una puesta en escena tan kitsch que ni la banda misma se hubiera imaginado llegar a ese punto de imaginación.
Un planeta en la cereza de su destrucción, represiones, explosiones, ira y devastaciones, todo transmitido desde un noticiero al estilo Years & Years, donde los colores, tan saturados como el nivel de catástrofe que el mundo parece atravesar, contrastan con la calma de la melodía de Los Reyes del Falsete, cuya misión es jamás olvidarse que el mundo se puede estar desmoronando, aunque su destrozo nunca se llevará a sus amigos.
Con La Fiesta de la Forma, la banda adroguense parece haberse propuesto como meta final secar las lágrimas de quienes no puedan contener más la nostalgia, desde el ángulo que más los nutre y representa: la fantasía. Un Juanchy destrozando pleno centro de CABA, volando por el cielo, o los tres integrantes unidos bailando bajo el mar, son imágenes que uno puede ver mientras la letra habla directo y claro de que las personas cambian y, debido al contexto actual, este cambio es aún más latente y potente, casi como una fiesta.
La presentación llega a su fin en paralelo con el final del sueño de alguien, donde el despertar es repentino y confuso, una vez más colaborando en ese confort tan necesario, alegando a que todo esto se va a terminar más rápido de lo que creemos, al punto de que vamos a pensar que fue un sueño.
Podés ver la presentación completa en el siguiente acá.