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Los Reyes del Falsete presentan su nuevo álbum: El Show del Fin del Mundo vol. ii

¿Hay algo peor que el fin del mundo? Sí. Que no haya ninguno. O peor, que llegue ese momento y no hayamos captado las suficientes carcajadas, ni las lágrimas necesarias.

Ayer, Los Reyes del Falsete lanzaron su último proyecto, el álbum El Show del Fin del Mundo vol. ii, compartiendo reversiones de algunos de sus clásicos, esta vez desde un casillero diferente. La segunda emisión audiovisual de este trabajo fue estrenada por Youtube, en las #SesionesXirgu del teatro porteño, Xirgu Untref. Ahora, se puede escuchar en todas las plataformas digitales.

Si bien la idea de este nombre para un álbum ya se fantaseaba en la banda desde 2011, jamás un contexto fue tan oportuno como el actual para adoptar con este título un proyecto musical, sobre todo si se paran un segundo a escuchar las canciones, no solo las que compone el álbum, sino también sus versiones originales.

El Show del Fin del Mundo vol. ii está compuesto por cuatro canciones y, desde ese ángulo tan minimalista, se consiguió decir más de lo que se esperaba. Este apocalipsis empieza con Tifi Rex que, irónicamente, así como da inicio a su álbum, al final del fin del mundo, es la misma canción que da cierre al primer álbum que lanzaron hace once años. Condimentando el tema con algunos arreglos electrónicos que van invadiendo de manera sutil desde el comienzo hasta apoderarse de todo su contenido -hasta de las voces-, damos por sentado que este final es, no por la causa de una pandemia, un aislamiento o algo por el estilo: es pura y exclusivamente por la tecnología.

Mientras va concluyendo Tifi Rex, pasamos a su segundo tema, La Fiesta de la Forma. Interesante que en el fin del mundo se quiera volver a los inicios, como cuando se añora una postal con los abuelos o la primera vez que nos raspamos la rodilla. En este caso se vuelve al primer álbum, La Fiesta de la Forma. Y si bien el tema se escribió originalmente en un escenario donde ni llegaba a ser un chiste algo como una cuarentena de seis meses, su letra tiene la misma fuerza de hace once años, solo que ahora desde una perspectiva diferente. Si se me permite meter un bocado de mi opinión: cuando salió la canción original, en su primer disco, se puede oler esa sensación de tres amigos juntándose en una casa para ponerse a tocar canciones sin necesariamente una preocupación por detrás que los impulse a producir. Es la genuina práctica de divertirse. Ahora bien, es imposible obviar el contexto que atraviesa el mundo en este momento y la manera en la que condiciona absolutamente todo. De repente, La Fiesta de la Forma habla de manera más fiel al cambio en las personas y al supuesto tiempo perdido que la gente parece recelar de manera voraz. De repente, ese famoso cuando pase todo esto nos vemos, es el fantasma que está más vivo que nunca y se lo toma de manera sarcástica en el segundo tema de este álbum.

Con el insight del nombre del primer álbum en el último, que cuenta la historia de un fin del mundo, se puede deducir que hay una suerte de renacimiento -sí, en un fin del mundo-, una idea de encontrar una versión diferente y condicionada al pasar del tiempo en cada uno. No hay que olvidarse que el núcleo de Los Reyes del Falsete es la mera diversión entre amigos. No hay una necesidad de inventar un tema nuevo porque se añora ese momento donde la banda aún estaba aprendiendo a caminar, y un primer gran proyecto estaba ya a punto de emerger. Hay algo lindo en todo esto y es que se ve de manera muy transparente la diversión de los integrantes de Los Reyes, esa idea de “no exigir” que, lejos de ser algo malo, todo lo contrario: pocas bandas aprendieron a ver un proyecto musical como la distracción que tiene que ser y con lo que debe tener: amigos, ingenio y risas. No mucho más, lo otro llega solo. Por algo ya van a cumplir quince años.

Y de esta forma caemos en su tercer tema, Contale al Mundo. Una canción que cambió de forma tan notoria que se hace imposible sacarle los oídos de encima. Mientras hasta ahora se celebraba, llegó el momento de bajar los decibeles, y ver el alrededor de manera más cruda. Mientras la versión de 2012 es tan dinámica como la adrenalina del surf, la que le corresponde a El Show del Fin del Mundo es la de ese momento cuando todo se está convirtiendo en cenizas, a punto de desmoronarte vos también, y como en el final de Toy Story 3, el fuego eventualmente se apaga, y nos acordamos de que no todo está perdido: contale al mundo que tenés amigos. Mientras la versión de Días Nuestros es una alegoría a la sensación de poder comerse al mundo, hoy se desempolva reversionada, con la misma energía que tiene la escena de El Club de la Pelea donde Edward Norton y Helena Bonham Carter, como Marla, ven los edificios volverse pedazos. Contale al Mundo es encontrar esa caja debajo de un mueble, llena de recuerdos en forma de cartas y fotos, que por alguna razón el cerebro almacenó adormecidas en un rincón. Tal vez, nos estaban preparando para cuando llegara ese momento que en Brasil reconocen como Saudade, cuando el pecho se retuerce de dolor y a la vez es una pena que no desintegra.

Y de esta manera, el fin del mundo llega a su final con El Rayo. Último, pero no por eso menos importante, es la frutilla del postre, y la mejor manera de cerrar el álbum. Sea la versión de 2012 o la de hoy, el optimismo de este tema es igual de intacto y alentador. Último bocado de mi opinión: siendo la canción del álbum que más similar es a su versión original, lo veo como un guiño, alegando que la tecnología pudo haber arrasado con el 97% de lo que toque, pero hay un 3% que la banda tiene, con la idea de divertirse con amigos de un modo más sencillo y puro, haciendo sonar una batería hasta que los vecinos maldigan y tocando la guitarra hasta agotar las ideas de solos, que ningún aparato puede apropiarse.

Los Reyes del Falsete jamás se perdieron del eje que los empuja y es con este último álbum que refuerzan esta idea: todo esto es un juego. Si se termina el mundo, mejor disfrutarlo, vivirlo, tanto con alegría como con cólera, porque ese va a ser el último recuerdo que uno se va a regalar antes del fin. El Show del Fin del Mundo vol. ii es la última noche que queda por vivir, llena de risas, dudas, reflexiones, llantos, y, por último, contemplación. En este álbum, nos acercamos a un apocalipsis zombie sin armas, mas sí con una mano alzando una botella de cerveza. Porque de eso se trata todo esto.

Escuchalo en Spotify: 

Autor

Florencia Cazachkoff

Periodista y estilista de moda

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