Recientemente, Netfilx estrenó la ficción basada en hechos reales sobre los comienzos y el raid delictivo durante la década del setenta en Medio Oriente y Asia, de Charles Sobhraj, mejor conocido como La Serpiente.
Cínico, mentiroso y despiadado son algunos de los apodos que le caben a Charles, o como le gustaba que lo llamen: Alain Gautier, un comerciante ilegal de piedras preciosas que atraía a jóvenes con su encanto a pequeñas fiestas en su casa donde, después de drogarlos, los mantenía enfermos durante varios días con la excusa de cuidarlos para robarles todo lo que podía, antes de “descartarlos”.
Las víctimas eran preferentemente jóvenes europeos o norteamericanos con problemas de autoestima que iban de vacaciones a Bangkok o Tailandia con el sueño de explorar un nuevo mundo. En los distinto mercados de la ciudad, Alain -con ayuda de su “mujer”, Monique, y Ajay, su ayudante- marcaban a los viajeros y los convencían de asistir a fiestas o darles hospedaje, sin nada a cambio, en su casa.
Con el correr de los meses, muchos jóvenes desaparecieron misteriosamente. Pero fue el caso de una pareja holandesa que desapareció sin dejar rastro, y los llamados de sus familiares, lo que llamó la atención de un secretario de la embajada que, contra viento y marea de las autoridades locales, inició una investigación por su cuenta para resolver el misterio. Es allí donde Alain dejó de ser un N.N y la serie se volvió una verdadera cacería contra un temible delincuente, que no solo cometió delitos de esta índole en Tailandia, sino que también tuvo el mismo modus operandi en Nepal, Hong Kong y La India.

La miniserie cuenta con ocho capítulos, plagados de drama y suspenso, en los que aparece una incógnita nueva, como así también una novedosa historia de una víctima de esta bestia y sus cómplices. Así, la serie no solo nos da un pantallazo de lo que fue este famoso delincuente de los años setenta sino que también nos sumerge en la historia de las víctimas, para que no sean olvidadas.