Michel Nieva nació en Buenos Aires en 1988. Estudió Filosofía en la Universidad de Buenos Aires y actualmente es becario doctoral y docente en la Universidad de Nueva York. Publicó el poemario Papelera de Reciclaje (2011), las novelas ¿Sueñan los gauchoides con ñandúes eléctricos? (2013), Ascenso y Apogeo del Imperio Argentino (2018) y el libro más reciente, Tecnología y Barbarie: ocho ensayos sobre monos, virus, bacterias, escritura no humana y ciencia ficción (2020). Además, escribió el guion del videojuego en 8 bits Elige tu propio gauchoide, basado en el universo de sus libros de ciencia ficción. En 2021 fue elegido por la revista Granta como uno de lxs mejores narradorxs jóvenes en español. Fue traducido al búlgaro, al inglés y al italiano.
Con Michel Nieva estuvimos hablando sobre su acercamiento a la escritura, cómo fue desarrollando su literatura y su nuevo proyecto literario.
Con respecto a sus primeros pasos en la escritura nos contó: “Siempre cuento que tuve un momento iniciático en la secundaria, mi consumo cultural central eran los cómics y los videojuegos, hacía cómics, también hacía guiones de videojuegos. En mi adolescencia empecé a leer literatura, y hubo un par de libros que me marcaron por ese camino, principalmente Luz de agosto de William Faulkner. Fue un libro que me voló la cabeza, entonces dije es por acá lo que quiero hacer, y fue en ese momento que encontré mi mundo. Fue medio de casualidad. En la secundaria tenía una profesora de literatura que nos obligaba a leer el Facundo de Sarmiento y ella lo enseñaba de forma muy esquemática, y a mí me aburría muchísimo. Yo en ese momento consumía mucha revista Pulp de ciencia ficción que compraba en Parque Centenario y en otras ferias de libros usados, entonces para un examen le respondía las preguntas del Facundo como si fuera un libro de ciencia ficción que transcurría en un futuro distópico en el que había desaparecido toda la humanidad y forma de vida y La Pampa era un desierto post apocalíptico. La profesora, obviamente, me puso un 1 porque dijo que no había leído el libro, pero tiempo después me di cuenta de que ese mundo que había inventado por casualidad era un universo que daba para seguir explotando y en el que empecé a desarrollar mi reflexión literaria, al menos hasta ahora.»

En su libro ¿Sueñan los gauchoides con ñandúes eléctricos? (2013) se puede analizar su dimensión: de la mezcla entre Sarmiento y la ciencia ficción se derivan los Gauchoides. “Quería inventar un mundo que mezclara la literatura gauchesca y el cyberpunk y fui ahí que di por primera vez con esta palabra, Gauchoide. Parecía interesante porque siempre se habla que la gauchesca era como un intento de recrear la voz del gaucho mientras supuestamente los gauchos habían sido obligados a entrar al ejército y siempre se habla de ese doble, de ese divorcio del cuerpo y la voz del gaucho por el Estado. Me interesaba pensar el cuerpo del gaucho y también otras comunidades indígenas que fueron deshumanizadas por la violencia estatal y cómo podrían ser retomados por la ciencia ficción con la figura del androide o un ginoide también. En una reflexión ulterior de un libro que saqué después y también en un libro de ensayos que se llama Tecnología y Barbarie surgió esto que inventé; la ciencia ficción Gaucho Punk, que es un proyecto en el que trato de explorar la historia, la violencia política no solo contra cuerpos sino contra territorios en América Latina, mediante los tópicos y los personajes de la ciencia ficción: ahí es donde me reapropio del cyberpunk llamándolo Gauchopunk.»
Michel nos detalló su nuevo proyecto literario: «Acabo de terminar una novela que se llama La infancia del mundo y transcurre en un futuro en el que por efecto del calentamiento climático se derriten los hielos de la Antártida y cambia radicalmente la geografía argentina, especialmente la Patagonia y La Pampa. La Patagonia se convierte en un grupo de archipiélagos en el que hay un mar caribe y La Pampa se convierte en un playa, y en ese contexto surge una criatura mutante que se llama el niño dengue. Es la historia de ese niño que es mitad humano y mitad mosquito y a quien sus compañeritos de la escuela le hacen bullying. Es una novela que acabo de terminar y que se publicó en una revista. El primer capítulo se llama El niño dengue” , cierra el autor mientras espera, junto a los lectores del primer capítulo, el lanzamiento del libro que, según lo pactado, podría ocurrir el año que viene.