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El Espejo: lo difícil de verse a uno mismo

Paralizado, sin poder mover ni siquiera un músculo. Quieto, en silencio, mirando un espejo que parece decirle algo que lo deja perplejo hasta que, después de unos minutos, logra romper esa inmovilidad.  Es como si de repente hubiera visto o escuchado algo que no le gustó, que lo obligó a quitar los ojos de su reflejo. Mirar para otro lado, volver a su rutina, a su caparazón que lo reguarda siempre que se enfrenta a lo que no quiere o le da miedo.

Él no tiene nombre, porque podría ser o haber sido cualquiera de nosotros en algún momento de nuestra vida. Un adolescente que está a punto de cumplir dieciocho años y que no conoce más allá de su habitación. Durante mucho tiempo, sus padres lo convencieron de que el mundo es cruel y que pasando la puerta de su casa, o peor aún de su propia pieza, existe una dura realidad que no va a ser capaz de soportar. Pero, ¿qué daño más duro e irreversible puede existir que pasar toda tu vida encerrado, en soledad?

En la obra que escribieron Matias Puricelli y Francisco Ruiz Berlett, hace varios años atrás, se habla de rebeldía, de romper con lo que nos establecen pero, sobre todo, se habla de identidad. De reconocernos cuando nos vemos o escuchamos interiormente, de aceptación y a la vez de perdón cuando nos equivocamos a la hora de tomar un camino, pero siempre eligiendo el nuestro, con todo lo que eso implica.

PH – Funboy Producciones

El Espejo, dirigida por primera vez por Gonzalo Cabalcabué, es interpretado por Thomas Lepera, un joven actor que, pese a estar en la exitosa comedia de “La Mujer de al Lado”, no dudó ante la propuesta de sus autores, a quienes había visto hace un tiempo en la obra Te quiero hasta la Luna, que protagonizaba Francisco.

“La obra era una locura hermosa. Me acuerdo que cuando salí le dije a Fran quiero tomar clases con vos”, relata Thomas, mientras rememora la increíble interpretación que tuvo el protagonista. Además, confiesa: “Cuando me escribió para este proyecto le dije que sí de una, porque sé que él es el autor. Entonces sé que lo que sale de su cabeza  también me vuela el bocho a mí. Por eso, cuando leí el libreto le dije que sí, aunque lo peor de todo es que lo leí después de haber dicho que sí”.

En la obra lo acompañan Lucas Gentili, Joaquín Reficco, Paula Dopico, Nahuel Lervasi, Mariano Magnifico, Diego Rodríguez, Adrián Altamirano, Camila Taleisnik y su amiga Maia Reficco, a quién conoce desde los 10 años tras su paso por “El Jardín de Clarilu”, un programa de Disney donde la madre de Maia, Katie Viqueira, era la coach vocal.

PH – Funboy Producciones

“Para mí fue mucho más fácil laburar con ella, porque el hecho de conocérla previamente hizo que nuestros personajes entablaran una conexión única, que requería la obra, ya que ella es como mi consciencia”, dice el actor y recuerda la primera escena que ensayó con ella. “Hubo un ejercicio muy lindo, que es la canción del comienzo, donde arrancamos con el tema directo. Nos hicieron ponernos en dos extremos distintos y nos íbamos acercando a medida que iba pasando la canción. La íbamos cantando hasta que terminábamos frente a frente y nos largamos a llorar de la conexión que se generó”, confiesa.

Esa química que se ve en el escenario, de la que todos hablan, es lo que él visualizó cuando lo interrogaron para saber si tenía alguna sugerencia para el papel de su voz interior. “Cuando me preguntaron sobre el personaje de ella, si conocía a una buena actriz que sea todo lo apuesto a mi personaje, pensé directo en Maia. Es una artista increíble y muy buena persona”, y destaca: “Cuando le conté el proyecto se re copó”.

Desde que comenzó el musical hace poco más de un mes, el actor recibe cientos de mensajes en redes sociales y después de cada función, donde todos le comentan lo mismo, que se sienten identificados con su personaje, con lo que él reflexiona que se debe a la sensibilidad que genera la obra. “Él es muy sensible. Es un niño que está creciendo y que estuvo toda su adolescencia encerrado por el miedo a lo desconocido”.  Además, señala: “A medida que va avanzando la obra, mi personaje pasa de ser un niño a ser un adulto, y eso creo es lo más lindo que tiene la historia, ver ese proceso”.

PH – Funboy Producciones

La construcción de su personaje comenzó meses atrás. Inclusive, antes de arrancar los ensayos. “Estuve investigando mucho, porque él es un personaje complicado. Tiene un problema interno que no es visible a los ojos. Leí varios textos, mire películas e inclusive fui a ver Mamá está más chiquita, donde también tuve el placer de reemplazar a Tomás Wicz en tres funciones, algo que me ayudó bastante porque Diego, su personaje, tiene un poco del mío”, remarca.

Sin embargo, no le quita mérito al elenco y al equipo que lo acompaña. “Es un grupo fantástico. Nos llevamos bárbaro y siempre que necesitamos algo, estaba el otro para decirnos che, ¿quieren que pasemos letra?, ¿necesitas algo? En sí, tenemos una relación como de familia”.

En El Espejo confluyen un montón de emociones, donde cada lunes a la noche el histórico Método Kairós se llena de chicos y adultos dispuestos a explorar en lo más profundo de uno mismo, algo que cada uno de sus protagonistas sabe. Yo creo que somos un espejo y reflejamos lo que la gente no puede ver. Como animarse a salir a afrontar las cosas, a enfrentar a ese yo interno que tenemos cada uno. Esa voz que tenemos dentro y no está a la vista”, concluye Thomas, mientras invita a todos a vivir esta experiencia que moviliza ante cada frase y cada canción que suena durante una hora de función.

Autor

Matías Sánchez

Periodista. Co-fundador de Simbiosis Cultural.

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