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‘El arte de negar’, de Angie Sammartino

Titulo: El arte de negar

Autora: Angie Sammartino

Editorial: Tinta Libre

Páginas: 326

Género: Novela Transmedia

La adolescencia es ese momento de la vida en el que todo se potencia y genera periodos de crisis fácilmente. Cada sentimiento es llevado al extremo y en tan solo un minuto se puede pasar de un nivel altísimo de felicidad al más absoluto estado depresivo. Esto es porque no nos sentimos bien con nosotros mismos, porque estamos en pleno proceso de cambio, y por eso tampoco logramos sentirnos bien con el círculo de personas que nos rodean. Acusamos a nuestros padres de no entendernos, tenemos amigos que están atravesando los mismos problemas existenciales que nosotros e idealizamos amores al mejor estilo de las películas románticas, hasta que nos damos cuenta de que la realidad está muy alejada de ese mundo hollywoodense.

El arte de negar surge a partir de ese estado de crisis adolescente constante. Ana, la protagonista, usa como excusa el amor no correspondido que siente por “el innombrable” para empezar a escribir su historia de vida en forma de diario y descubrir, a medida que avanza su escritura (y nuestra lectura), que todos estamos hechos de historias, y que esas historias son las que conforman nuestro ADN. Así, aunque el innombrable quiere ser el protagonista del libro, nos encontramos con muchos otros momentos de la adolescencia que llevaremos escritos siempre en nuestra bitácora de vida y que valen ser recordados como parte de nuestro aprendizaje y crecimiento.

En esta novela transmedia, Angie Sammartino nos propone jugar. Letras de canciones, capturas de pantalla de conversaciones de Whatsapp y frases sumamente virales que se destacan en el texto por su tipografía y diseño original forman parte de este libro que, a su vez, complementa su lectura en las distintas redes sociales con historias reales contadas por usuarios de Instagram en la cuenta de El arte de negar, los shows de stand up llevados a cabo por su autora y centrados en el tan famoso innombrable, y las interacciones entre esa comunidad autodenominada negadora que no deja de crecer. Una experiencia lúdica que nos hace atravesar momentos de risa, de enojo, de tristeza, de expectativa, de vergüenza, pero siempre de forma compartida. Porque, ¿quién no fue adolescente? ¿Quién no tuvo o tiene un innombrable? ¿Quién no pensó, alguna vez, que el mundo estaba en su contra y que todas las cosas le pasaban solamente a él o a ella? Bienvenido a la comunidad; todos pasamos por momentos parecidos.

Ganadora en el 2017 del primer premio de Metamorfosis por la experiencia transmedia que propone, y a partir de la cual nace, esta novela no solo puede leerse como adaptación ficticia del diario íntimo perteneciente a la propia Angie Sammartino, sino también como una forma posible de hacer catarsis a través de la escritura y comprender que todos tenemos una historia que contar con amores no correspondidos, problemas familiares, peleas entre amigos, experiencias escolares, viajes inolvidables, dudas e incertidumbres sobre nuestro futuro, secretos que guardamos o que queremos averiguar; en fin, una gran variedad de situaciones que, al compartirlas con otros, descubrimos que pueden unirnos en la diversidad.

El arte de negar es atrapante porque se retrotrae a ese momento de la vida en el que todos tenemos recuerdos imposibles de borrar. Por eso, sea cual sea la edad del lector que se enfrente a este libro, sentirá empatía con la protagonista y con cada uno de los personajes que aparecen a lo largo de la novela dado que es imposible no identificarse con alguno de ellos y revivir la adolescencia. En ese viaje lleno de recuerdos, uno se siente también con ganas de escribir, tal como lo hace Ana, tal como lo hace Angie. Porque al poner en palabras algo que nos interesa contar, la historia parece hacerse más real. Y no seamos negadores, hasta las historias que no queramos contar fueron reales en algún momento y forman parte de nosotros. Al relatarlas las estamos evocando y enfrentando, a la vez que escribimos nuestra propia historia de vida en papel (porque en nuestro ADN siempre estuvo escrita, aunque nosotros no quisiéramos leerla y/o recordarla). El contenido ya lo tenemos, solo nos falta la tinta y el papel. ¿Seremos capaces de poner ese ADN en palabras? Ana y Angie nos proponen, entonces, un desafío: reconstruir nuestra historia y repensarnos, una y otra vez, a partir de ella.

 

Autor

Vanina Gerez

Estudiante del Profesorado en Letras. Escritora.

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